viernes, 20 de junio de 2014

La strada 1954

Dirección:  Federico Fellini
Guión: Tullio Pinelli & Federico Fellini

Nacionalidad: Italia

Reparto: Anthony Quinn, Giulietta Masina, Richard Basehart, Aldo Silvani, Marcella Rovere, Livia Venturini

Sinopsis: Cuando Zampanó, un artista ambulante, enviuda, compra a Gelsomina, la hermana de su mujer, sin que la madre de la chica oponga la menor resistencia. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida nómada, siempre en la calle (la "strada", en italiano), sobre todo cuando su dueño la incluye en el espectáculo. Aunque varios de los pintorescos personajes que va conociendo en su deambular le proponen que se una a ellos, Gelsomina se mantendrá fiel a Zampanó hasta las últimas consecuencias. (FILMAFFINITY)




La strada se trata del quinto largometraje de uno de los pesos pesados del cinematógrafo italiano, por no decir directamente de uno de los maestros entre los maestros de la Historia del Cine, Federico Fellini, con la cual se hizo con el  Oscar a la mejor película de habla no inglesa y con el León de Plata de Venecia.

El film nos adentra en una Italia en plena posguerra, donde una madre es capaz de vender a su propia hija por un puñado de monedas y donde prima la ley del más fuerte. En este ambiente se moverá Gelsomina, a quien dará vida una entregadísima Giulietta Masina, la cual tan solo tres años después acabará de despegar para deleitarnos con esa maravillosa intepretación de Cabiria, pareciendo casi una evolución del mismo personaje que interpreta en esta película.


La strada presentará una confrontación entre dos maneras de entender la vida, dos formas que se han ido enfrentando durante toda la historia de la humanidad, llevando estos sucesos de posguerra italianias a un plano universal de las relociones humanas. Gelsomina es la representación fílmica de la búsqueda del amor, de la necesidad biológica de sentirse bien con uno mismo y con los demás, es el dolor de saberse con la capacidad, o más bien dicho, con la habilidad innata de amar y de entregarse y ser rechazada, humillada, ninguneada e incluso agredida. Es la desolación de vivir siempre bajo el propósito de encontrar reciprocidad en todo lo que da sin hallarla nunca. Y ante tales negativas y frustraciones, jamás perderá la esperanza y la alegría de vivir, hasta que tanto desgaste y visión horrible del mundo finalicen por perturbar su mente.


Por el otro lado tenemos la rudeza, el egoísmo y la codícia en el personaje de Zampanó, reflejo de todo aquello que coarta y frustra la visión gelsomininana de la vida, sobreviviendo en un mundo incivilizado donde tan solo los que son como él tendrán el derecho a permanecer libres. Conocedor del mal que irradia allá por donde pasa, vivirá finalmente una redención que invitará a la esperanza del espectador, que pensará que el cambio está cerca, que el reconocimiento de los errores y la culpa nos llevará a un futuro mejor. No obstante, esto no consolará a un Zampanó que ya nada podrá hacer por aplacar su sentimiento de culpa.


También es digno de mencionar la aparición de un tercer personaje en discordia, un funambulista que acabará tomando una gran relevancia dentro del relato. La construcción de este más que excéntrico personaje, resultará de una complejidad más que curiosa para la fecha, llegando a parecer en más de un momento una creación posmoderna digna de los noventa elaborada por Tarantino por los hermanos Coen.
El film será llevado con una dirección férrea, con una buena fotografía  de exteriores y una más que correcta banda sonora a cargo de Nino Rota (trilogía de El padrino)con aspectos en el contenido que resultarán un precedente de la obra posterior del director, como la importancia de los payasos y del mundo de la farándula, siendo en algunas ocasiones claras alusiones a la filmografía de Charles Chaplin.



Luis Suñer



domingo, 15 de junio de 2014

Meteóra 2012







Dirección:  Spiros Stathoulopoulos
 
Guión: Spiros Stathoulopoulos, Asimakis Alfa Pagidas

Nacionalidad: Grecia

Reparto: Theo Alexander, Tamila Koulieva-Karantinaki, Adonis Kapsalis, Giorgos Karakantas, Dimitris Hristidis, Stelios Mavroudakos, Zoe Stathoulopoulou, Aleksandra Siafkou

Sinopsis: Con una fotografía que nos muestra los impactantes monasterios construidos por monjes ortodoxos del siglo XIV sobre imponentes rocas, la película, que es una producción grecoalemana filmada en Meteora, Grecia central (región que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), investiga el cuestionamiento de la dinámica entre la espiritualidad y el deseo humano, y es narrada a través de la relación entre un joven monje ortodoxo griego (Theo Alexander, también coproductor) y una monja ortodoxa rusa (Tamila Koulieva). (FILMAFFINITY)





Con una fotografía prodigiosa y una dirección de diez nos llega Metéora.

Película que abarca un tema mil veces tratado pero desde una visión poética y metafórica de una sensibilidad exquisita. Con una cámara en la mayoría de ocasiones fija, usando unos planos largos (uno de ellos larguísimo, la escena del picnic entre los dos protagonistas), nos introduce en la vida de estas dos personas que han decidido entregar su vida a Dios. No obstante, se valdrá de una animación al estilo gótico europeo del siglo XIV para contrastar su vida de obediencia con sus verdaderos deseos y pasiones ocultas.

La composición plástica de los diferentes planos nos intrucirán en un breve repaso de la historia del arte, con escenas como la de el monje preparando la carne, donde el claroscuro y la luz entrando por el ventanal, construirán artificalmente una obra barroca. La inmensidad de lo sublime que transmite el paisaje con la soledad de un arbol al fondo será muy parecida a cualquiera de las obras de Friedrich, escena la cual será precedida por una clara alusión a El origen del mundo de Gustave Courbet, una abrupta ruptura que nos llevará de lo romántico a lo realista en cuestión de sengundos.




Escenas muy destacadas por su belleza plástica, auditiva y simbólica son por ejemplo las animaciones que muestran el sentimeinto de culpabilidad de ambos jóvenes, cayendo de su ambiente protector, es decir, su monasterio, al peor de los infiernos. También, siguiendo dentro de este mundo de emociones y deseos reprimidos, la culpabilidad que siente el joven ante Cristo, al que cree traicionar, por lo que inunda con su sangre todo aquello que rodea. Pero sin duda, la escena más bella es sin lugar a dudas el fuerte deseo salvaje que siente la monja por liberar su cabellera, la cual es reacia a mostrar, para entregarle la llave de su deseo al monje que ama.





La crueldad del mundo real, lejos de lo divino, dentro de lo terrenal, se muestra en la escena, ésta vez sin plano fijo, más bien en un estilo más cercano al DOGMA, en la que se asesina a una cabra con tal de poder conseguir alimento de ella.

Las campanas sonando durante minutos enteros a un nivel ensordecedor nos muestra el peso de la culpa de la monja, así como el llamamiento de Dios y de la vida monástica, iracundos hacia su comportamiento, castigándola y recondándola cual es misión en la vida.

Por última, otra escena simbólica importante se puede observar en el instante que ambos jóvenes consuman su amor, alejados en una cueva. Detrás de los dos vemos dos rayos de sol entrando divinamente. Se trata de Dios. No es que haya dos dioses, es que ambos religiosos son conscientes de que Dios está presente, y aun así, no pueden resistir el deseo humano natural que sienten el uno por el otro.


Luis Suñer

jueves, 5 de junio de 2014

Miss Violence 2013







Dirección:  Alexandros Avranas
 
Guión: Alexandros Avranas

Nacionalidad: Grecia

Reparto: Themis Panou, Eleni Roussinou, Chloe Bolota, Kostas Antalopoulos
Sinopsis: Una niña decide suicidarse saltando al vacío el día de su undécimo cumpleaños. Por si no fuese ya un caso suficientemente extraño y doloroso de por sí, la chica tenía una sonrisa en su boca mientras moría, y su familia tarda bien poco en hacer lo indecible para olvidar su mera existencia. Esto último alarma a los Servicios Sociales, quienes deciden hacer una visita a una familia aparentemente perfecta, pero pronto empezarán a salir a la luz horribles secretos. (FILMAFFINITY)
 

 


Desde Grecia y con el premio a mejor director y mejor actor (fascinante interpretación de Panou) en el pasado Festival de Venecia nos llega Miss Violence, la película del debutante Alexandros Avranas que no dejará indiferente a nadie.
 
Rodada casi en su totalidad en interiores a golpe de planos semifijos y duraderos, nos introducimos en el seno de una familia sumida en un ambiente claustrofóbico en el que el espectador no se demorará a la hora de percibir  cierta descolocación mental en lo que lo convencional se refiere. Un olor a podrido que escondido en lo más recóndito de este anómalo hogar le obligará  mantenerse alerta, atento a cada personaje, casa gesto, cada detalle. 

Avranas irá dando pistas, nos mostrará comportamientos, nos introducirá en el corazón de esta familia para luego ir desvelando una a una las dudas planteadas, a partir de una reflexión que relaciona autoridad y violencia, desde la física a la psicológica, adentrándose en lo más oscuro de la perversidad humana, dejándonos un testimonio que evidencia algo que muchas veces nos negamos a creer, o tan solo tratamos de esconderlo, como hace esta familia ante los asuntos sociales en un plano secuencia de diez minutos de duración que recorre, desde varias miradas distintas, todas y cada una de las habitaciones de una cárcel sin intimidad alguna; y esto que nos interpela y decidimos mirar hacia otro lado es la perversidad del ser humano y el daño que su autoridad puede otorgar para con los más débiles.


Una filmación tan artesanal, sumida en los interiores, con un ritmo tan pausado y con una temática tan turbia, sumado a la presentación y seguido desnudo de los personajes hasta llegar al corazón de la maldad y la violencia, no deja este trabajo muy lejos de algunas de las películas filmadas por uno de los directores europeos mejor considerados del momento, hablo claro, de Michael Haneke.


Luis Suñer